«Mi hijo tenía problemas de motricidad, conducta y lenguaje. En CICAP encontré la orientación necesaria, me ayudó en mejorar su comportamiento y su manera de comunicarse. Me di cuenta del cambio cuando vi que tenía mejor coordinación, controlaba sus emociones, se expresa mejor. «

«Cuando llegué a CICAP mi hijo tenía poco vocabulario, no podía hacer oraciones con más de 5 palabras, en su pronunciación batallaba y falta de desarrollo de pensamiento crítico. En CICAP enseñaron a nuestro hijo a concentrarse, escuchar indicaciones y poco a poco ir trabajando el problema que tenía. «

«Mi hijo no hablaba, usaba pañal, no seguía instrucciones. ¡CICAP nos cambió la vida! Primero estuvimos en un programa intensivo 4 veces por semana, después 2. Noté el cambio cuando comenzó a decir sus primeras palabras en un mes, en 2 meses y medio dejó el pañal. Samuel es otro niño, habla y explica todo.»

«Cuando llegué a CICAP mi hijo tenía un lenguaje y pronunciación más limitado. CICAP me ayudó a mejorar la comunicación de mi hijo, me di cuenta del cambio cuando empezó a tener un vocabulario más amplio, a tener mejor pronunciación de ciertas letras y empezó a formar frases más largas y más entendibles.”

«A mi hija se le dificultaba concentrarse y poner atención. En CICAP mi hija empieza a concentrarse mejor y a platicar más abiertamente. Los resultados que obtuve en CICAP fueron la concentración, atención y mejoró el habla. Llegar a estos resultados nos ayudó socialmente, en su escuelita y sus tareas.”

«En CICAP encontré un lugar en el que mi hija viene con gusto a sus terapias. CICAP me ayudó a que Nathalia fuera teniendo pequeños cambios en sus actividades escolares. Me di cuenta del cambio cuando mi hija empezó a expresarse más e ir aprendiendo poco a poco diferentes actividades.»

«Cuando llegué a CICAP buscaba terapia para mi hijo por su Síndrome Down. En CICAP encontré apoyo para mejorar la conducta, me ayudó en mejorar su atención y que tenga mejor disposición para seguir instrucciones. Llegar a estos resultados me sirvió para apoyar a sus maestros del colegio.”

«Mi hijo hablaba muy poco, mantenía poca atención y siempre estaba en constante movimiento. En CICAP encontré confianza con los terapeutas desde la primer sesión de evaluación. CICAP le ayudó a mantenerse más tiempo sentado, poner atención y manejar mucho mejor las situaciones donde antes se frustraba.”

«Cuando llegué a CICAP mi hija no quería hablar, decía pocas palabras, todo aventaba, tenía mucha frustración, muchas cosas le daban miedo y no prestaba atención. En CICAP encontré un diagnóstico, apoyo emocional, entendí a mi hija, el por qué de ciertas situaciones y cómo controlar situaciones de estrés.»

«Mi hijo era introvertido, su vocabulario limitado y no corregía su vocabulario. En CICAP encontré atención personalizada y un programa adecuado a sus necesidades, confianza y seguridad. Mejoró su autoestima, es más participativo, sigue indicaciones; organiza su pensamiento al hablar y escribir, es más independiente. 

«Mi hija presentaba problemas de comunicación, era muy distraída y no nos hacía caso cuando le hablábamos por su nombre, no podíamos saber lo que quería. En CICAP encontré apoyo ya que en su kínder no obtenía avance. Los resultados fueron mejor comunicación, controla mejor sus emociones y se da a entender.»

“Mi hijo presentaba problemas de lenguaje, maduración y conducta. Encontré apoyo para cada una de las necesidades emocionales que requiere mi hijo. Noté el cambio cuando empezó a comportarse mejor, seguir reglas y a tener mejoría con sus palabras y mayor vocabulario dentro de sus conversaciones, mayor coherencia.

«Mi hijo tenía un problema de regulación de emociones y del cuerpo; lenguaje, atención y comprensión de conceptos. En CICAP encontré apoyo y explicación de cada situación por la que el niño atravesaba. Noté el cambio en casa, realizando tareas sencillas como servirse agua hasta las complejas como regular su enojo.»

«Mi hijo no decía palabras completas, balbuceaba mucho. En CICAP encontré apoyo para desarrollar el lenguaje y las emociones de mi hijo, le ayudó a aprender por medio de juegos y ejercicios divertidos. Me di cuenta del cambio cuando mi hijo empezó a decir más bromas o a tener una conversación más larga y más participativo.»

«Mi hija tenía problemas de autocontrol y frustración. En CICAP mi hija Azul aprendió a esperar su turno, autorregular sus emociones y mejoró el lenguaje. Llegar a estos resultados me sirvió para darme cuenta que mis hijos no sólo necesitaban terapia de lenguaje, también apoyo psicológico.»