El lenguaje es una función superior de nuestro cerebro y desempeña un papel esencial en la organización del pensamiento en los niños. Para el niño el hablar es tan importante como el actuar para lograr una meta.
El niño que utiliza el lenguaje divide la actividad en dos partes consecutivas. Planea cómo resolver el problema a través del lenguaje y luego lleva a cabo la solución a través de la actividad abierta. El lenguaje no sólo facilita la manipulación efectiva de los objetos por parte del niño, sino que también controla el comportamiento del pequeño. Con la ayuda del lenguaje, los niños adquieren la capacidad de ser sujetos y objetos de su propia conducta.
Conozcamos, el desarrollo del lenguaje desde las primeras etapas y según el curso habitual. Se hace explícito de forma muy concreta la evolución y progresiva complejidad que va alcanzando el lenguaje a medida que el niño se desarrolla.
a. Etapa pre-lingüística (del primer mes hasta el año).En esta primera etapa ya se adquieren formas de comunicación temprana como el llanto, la sonrisa o las vocalizaciones que intercambian con el adulto, adquiriendo éstas significado en la interpretación que el adulto da a tales manifestaciones. Antes de los 6 meses ya da muestras de una audición selectiva respondiendo a determinados sonidos e ignorando otros.
b. Primeras palabras (entre los 12 y 18 meses). A esta edad empiezan a surgir las primeras palabras aisladas con intención comunicativa. Estas palabras suelen ir acompañadas todavía por gestos y entonaciones que amplían su capacidad para expresar intenciones y pensamientos en una sola emisión. Es en esta etapa donde se produce el “lenguaje egocéntrico” ya que el niño dirige sus emisiones en voz alta hacia sí mismo.
c. Combinación de dos palabras (18 a 24 meses). Las palabras sueltas de la etapa anterior empiezan a combinarse. Normalmente esto sucede cuando su vocabulario es ya de unas 50 palabras aproximadamente. La comprensión del lenguaje aumenta si bien suele repetir partes de las emisiones de los adultos.
d. Etapa de la frase simple (2 a 3 años). En este período se empiezan a construir las primeras oraciones de 2 o 3 palabras. Es el inicio de la conversación real, disminuyendo el lenguaje dirigido a sí mismo y asumiendo el aprendizaje de las normas que rigen la comunicación social del lenguaje.
e. Desarrollo gramatical (3 a 4 años).Es una etapa de grandes avances en la evolución del lenguaje, especialmente en el dominio de la gramática con oraciones cada vez más complejas. Aproximadamente aparecen 1.000 palabras nuevas en el vocabulario. También se adquiere conceptos espaciales y temporales, comenzando a describir hechos presentes, pasados y futuros.
f. Desarrollo posterior (a partir de los 4 años).Ahora el sistema lingüístico se va perfeccionando y se cometen menos errores gramaticales. Aumenta considerablemente su capacidad para comprender los sentidos figurados, distanciándose del significado literal. Su lenguaje va madurando y adaptándose al interlocutor y al contexto donde se produce.
La importancia de la Terapia de Lenguaje
Cuando el desarrollo del lenguaje no sigue el patrón previsto, o se producen déficits significativos en cualquiera de las características anteriores, podemos encontrarnos delante un trastorno del lenguaje.
Veamos a continuación algunas de las alteraciones habituales que ocurren durante los años de preescolar y escolares que pueden alertarnos sobre la presencia un trastorno del lenguaje:
La capacidad específicamente humana de desarrollar el lenguaje ayuda al niño a proveerse de instrumentos auxiliares para la resolución de tareas difíciles, a vencer la acción impulsiva, a planear una solución del problema antes de su ejecución y a dominar la propia conducta. Si has observado que tu hijo puede presentar dificultades en su lenguaje, te sugerimos no esperar a corregir, ya que mediante una adecuada evaluación y terapia de lenguaje puedes prevenir frustraciones y estrés escolar y social, así como promover óptimamente su maduración emocional.